La última de las conferencias que integraban el ciclo “Fascinados por el arte”, organizado entre marzo y mayo de 2016, se dedicó a una mesa redonda sobre el estado actual del coleccionismo. En este encuentro, celebrado en el auditorio del Museo Carmen Thyssen, el 26 de mayo, estuvieron invitados Juan Pablo Yusto, coleccionista y director de la galería Yusto Giner y el coleccionista Francisco Palma.
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Hotel Savoy, Manhattan, Nueva York, 1911
«El crepúsculo redondea suavemente los duros ángulos de las calles […] El asfalto rezuma luz. La luz chorrea de los letreros que hay en los tejados, gira vertiginosamente entre las ruedas, colorea toneladas de cielo.»
Manhattan Transfer (1925)
Hotel Savoy, Manhattan, Nueva York, 1911. Las vistas desde la ventana de la habitación en la que se alojan el pintor Joaquín Sorolla y su mujer, Clotilde García del Castillo, son espectaculares, algo que merece la pena guardar en la memoria. A sus pies la Quinta Avenida, con el constante trajín de personas, automóviles y coches de caballos; delante, la Plaza –que años después será rebautizada como Grand Army Plaza–, con la mansión de Cornelius Vanderbilt II en un extremo, el monumento ecuestre dedicado al controvertido general unionista William T. Sherman en el lado opuesto y el flamante hotel Plaza justo enfrente; y lo mejor de todo, una de las entradas principales a Central Park, la llamada Scholars Gate, y la vista panorámica del parque, el inmenso oasis arbóreo incrustado en la jungla de asfalto. Pocos lugares de la Gran Manzana compendian para el forastero tanto encanto, lujo y pintoresquismo típicamente neoyorquinos. Sorolla no puede resistirse a capturar semejante privilegio.
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Málaga-Madrid-Granada II
Grupo Trevenque: Maquetación y programación de la tienda online del Museo Carmen Thyssen Málaga
Una vez concluida la fase inicial de diseño y con las líneas generales definidas, en septiembre de 2015, abrimos el proceso de contratación de la empresa que sería responsable de la implementación del look and feel propuesto por el equipo de Sánchez/Lacasta.
Málaga-Madrid-Granada I
Sánchez/Lacasta: Concepción y diseño de la tienda online del Museo Carmen Thyssen Málaga.
A finales del verano de 2014 recibimos la llamada del Director Gerente convocándonos a una reunión con el equipo de informática y de servicios web. Llevaban tiempo valorando la necesidad de actualizar la página web del Museo y habían considerado la posibilidad de lanzar al mismo tiempo una tienda online.
El ilusionista. Microrrelato ganador
Para potenciar las relaciones entre la creación visual y la literatura, el grupo de Jóvenes MCTM propuso un concurso de microrrelatos en el que los participantes debían presentar un texto a propósito de una obra de la exposición temporal Reflejos del Pop. El concurso se resolvió, mediante votación popular, en favor del siguiente relato, inspirado en esta obra de Eduardo Arroyo.
Escaleras
«Bajé secretamente, rodé por la escalera vedada, caí. Al abrir los ojos, vi el Aleph.»
Jorge Luis Borges
Intrusos
Seguramente es de todos conocido un juego de lógica que consiste en identificar el elemento que no encaja entre los de una serie relacionada por algún criterio común, en encontrar al «intruso» que se ha colado en un contexto al que no pertenece, en el que no tiene sentido y resulta chocante, llamativo, extraño, incomprensible, anacrónico…
La Historia del Arte nos ha legado muchos y muy jugosos ejemplos de artistas que han jugado, voluntariamente o no, con el espectador a su particular «Encuentra a Wally», por ejemplo aquellos que se han autorretratado o han retratado a otros colegas en cuadros en los que su presencia no viene a cuento con lo que se narra o representa. Y en algunos casos lo han hecho tan bien, de forma tan sutil y sibilina, que ni siquiera nos habremos percatado aún de que hay intrusos que siguen esperando ser desenmascarados.
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Sopa de letras (II)
En una anterior entrada intentábamos explicar cómo afloró el texto en las obras de arte de las vanguardias tras los quinientos años de hegemonía cortesana, eclesiástica y académica en Occidente. Aquel fenómeno, un combate por la liberación de un nuevo concepto de belleza, tuvo distintos agentes y focos a lo largo del siglo XX. Y el resultado es indiscutible: las bellas artes, convertidas hoy en artes visuales, no sólo admiten la contaminación gráfica –ese pelo en la sopa–, sino que utilizan sistemáticamente el texto como una herramienta estilística de primer orden.
Como ya apuntamos, en el origen de esa manifestación hay un factor determinante: el trabajo que realizaron los diseñadores de carteles en París a finales del siglo XIX, durante el periodo de la Belle Époque –Toulouse-Lautrec, Grasset, Chéret, Steinlen, Mucha…–, pues ellos contribuyeron a dotar de sentido artístico una disciplina publicitaria de naturaleza efímera y surgida con el desarrollo de la cultura de masas.
Sopa de letras (I)
Durante siglos los artistas evitaron la contaminación de la escritura en sus obras. Las imágenes se mostraban desnudas al espectador y era éste quien debía interpretar su significado, quizá con la ayuda de alguna pista dejada intencionadamente por el creador o por algún erudito empeñado en resolver el misterio. Durante siglos arte y texto no compartieron mesa y mantel, y cada cual gestionaba su espacio y pagaba su cuenta, hasta que en un momento concreto, a finales del siglo XIX, la cosa cambió.
Casas y Rusiñol a través de Picasso. Cruces de personajes en 1900
El mismo año en que el viejo siglo cambiaba su nombre realizó Picasso numerosos retratos. Con la sagacidad creativa y rapidez con que se prodigó siempre su mano, representó una amplia galería de personajes; abocetados, irónicos, decididos, balbuceantes, pensativos… los rostros emergen y toman vida a partir de su trazo firme. Los personajes elegidos pertenecen a su entorno más cercano, toda la panda que se reunía en Els Quatre Gats, café abierto en junio de 1897 y lugar de exposición, la primera de Picasso, de esta peculiar serie. Como ya hiciera Casas, quien ejecutó más de cien dibujos de personalidades relevantes de su época, el malagueño replicó al catalán con la misma técnica y representando a su grupo más cercano, el malogrado Carlos Casagemas, Ángel Fernández de Soto, el sastre Soler, Jacinto Reventós, Ricard Opisso, Mateu Fernández de Soto, Ramón Pichot… además acometió el menú de esta original taberna situada en los bajos del gotizante edificio de Puig i Cadafalch. Y junto a sus amigos, varios retratos de Rusiñol, uno de ellos con los cipreses de la granadina ‘Glorieta verde’ de fondo, tal como el pintor catalán lo había empleado en el cartel de su obra Fulls de la vida, de 1898. Este dibujo de Picasso fue publicado en Arte joven el 31 de marzo de 1901. Para el malagueño 1900 fue un año de declaración de intenciones, pues aun dejó constancia de su admiración por el Greco en breves dibujos. El pintor había sido puesto en valor, entre otros, por Zuloaga y Rusiñol.
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