Nueve claves para deleitarse con ‘Historia Natural’ de Max Ernst

1.- El pintor, grabador y escultor alemán Max Ernst (Brühl, 1891-París, 1976) es uno de los creadores más fascinantes del siglo XX. A lo largo de su trayectoria mantuvo una capacidad de experimentación incesante, creando obras con un lenguaje muy personal.

2.- Sus primeras experiencias artísticas estuvieron vinculadas al expresionismo, para después ir de la mano del provocador movimiento dadaísta y, por último, mostrar su filiación con el grupo surrealista, a partir de su traslado a París, en 1922.

3.- Fue creador de varias técnicas que aplicó a géneros diversos, entre ellas el frottage –frotado–, empleado en la obra sobre papel, o el grattage –raspado– y el coulage –vertido–, usado en sus óleos.

4.- En agosto de 1925, casi un año después de la publicación del primer manifiesto surrealista de André Bretón, Max Ernst se encontraba en la costa atlántica francesa, en Pornic, cerca de Nantes, cuando llamaron su atención las vetas del suelo de madera de su habitación. Dispuso sobre ellas un papel que frotó con un lápiz. Había inventado el frottage. Hizo uso de la técnica con otros materiales, como papeles arrugados, mallas metálicas, cordeles, hojas de árboles o migas de pan.

5.- Entusiasmado por este hallazgo, que le permitía trabajar con el azar y el automatismo, realizó cerca de cien dibujos del mismo modo. Las primeras formas le servían de inspiración para transformarlas en paisajes y seres fantásticos o ensoñados.

6.- Entre abril y mayo de 1926, treinta y seis frottages de Max Ernst fueron expuestos por iniciativa de la galerista Jeanne Boucher en la tienda del diseñador Pierre Chaureau. Ante la buena acogida que tuvieron, la galerista decidió realizar una carpeta con una selección de los mismos.

7.- Con prólogo de Jean Arp, en 1926 se editó un porfolio de treinta y cuatro obras, con una tirada de trescientos seis ejemplares, seis fuera de comercio. La carpeta expuesta en el Museo Carmen Thyssen, perteneciente al coleccionista José Mª Jiménez-Alfaro, tiene el número tres, sobre papel Japón impérial.

8.- Los dibujos seleccionados fueron transferidos con la técnica de la fototipia. Un procedimiento fotomecánico de impresión, empleado para la edición de postales desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX.

9.- Las treinta y cuatro piezas de Historia Natural forman un conjunto que evoca antiguos tratados científicos. Los matices en la recreación de texturas son delicados y sutiles. Las imágenes ofrecen al espectador sugerentes visiones del mundo animal, vegetal o mineral, que establecen extrañas relaciones en escenarios inquietantes o insólitos, insinuando periodos geológicos primitivos, todo ello apoyado en el valor plástico del vacío y la confrontación de proporciones y estados de la materia.

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