A lo largo de estos dos meses de investigación y desarrollo del Co-laboratorio Apuntes del natural, tanto en las sesiones individuales como en la sesión colectiva que ha dado cierre a este proyecto, han surgido ciertas variables estimuladas, especialmente, a partir del diálogo constante con el Área de Educación del Museo Carmen Thyssen Málaga, lo que ha permitido configurar un cruce entre los procesos y prácticas que empleo en mi investigación artística junto con el conocimiento y usos educativos de los medios que se trabajan desde dicha institución, amplificando así la propuesta que presenté al optar a esta residencia artística.
Con una evidente conexión con las prácticas artísticas contemporáneas, en Apuntes del natural se enmarcan una serie de procesos artísticos que han adoptado la Plaza de la Constitución de Málaga como soporte. Si bien mi interés por dicho enclave se hace evidente desde mis investigación emprendida en mis estudios del grado en Bellas Artes, ha sido con la experiencia de dicha residencia que haya ganado conciencia del matiz educativo que deriva de toda práctica artística, prestando con ello cierta atención pedagógica a la forma en que configuro y utilizo tales procesos para abordar la creación artística cuyo paradigma no es otro que la experiencia.
Con Apuntes del natural se dirige la atención a las propuestas y formas de abordar la práctica artística desde la vanguardia del siglo pasado y que estimulan relaciones transversales prestando especial atención a la experiencia. Desde la performatividad del cuerpo al dibujo como herramienta de registro hasta la utilización del “cadáver exquisito” han surgido conexiones, formas de estar-en-la-plaza que han avivado mi interés por la práctica artística como herramienta fundamental para mi investigación acerca de los usos de la Constitución española en el espacio público. ¿Es posible bajarse a la Plaza o tenemos que armar el dispositivo que es un co-laboratorio para hacer otra cosa que no sea cruzarla? La idea que motiva Apuntes del natural es sencilla si se piensa desde el juego. En este proyecto, la actitud lúdica ha sido utilizada como vehículo de cuestionamiento de la institucionalización de los espacios públicos. Recuerdo que Yolanda, una de las participantes, me preguntó en el momento que coincidimos en la Plaza: ¿En la próxima sesión colectiva habrá una performance? Y, aunque resulte obvio, le contesté que la performance se estaba dando en ese momento.
Estos apuntes tratan, entre otras cosas, de desnaturalizar un espacio construido a partir de un contenido histórico para abordar de forma crítica nuestra relación con el mismo. La realización de las sesiones individuales dan cuenta de ello. Esa fue una de las mejores decisiones que puedo decir haya tomado para el proyecto, prestar atención a cada una de las experiencias/encuentros que se han ido dando durante estos dos meses. Y es que, por ejemplo, realizar el “cadáver exquisito” sobre el monumento originaba cierta incertidumbre en el entorno. Lo subrayado era el monumento, resultando los participantes funcionarios de una actividad nada convencional para quien miraba y, mientras tanto, todo lo que estábamos haciendo era jugar. Fragmentar a partir del frottage, observar por dónde van cruzando los viandantes o representar la fuente sin mirarla son formas de permanecer en la plaza.
Para este proyecto, la relación del cuerpo y el espacio se relacionó con el centro no representado de la plaza como vía de acceso para enmarcar la creación de una performance. “0”, que es como se titula dicha performance, se presentaba como una invitación final al encuentro surgido con el co-laboratorio, con una tarjeta donde se especificaba la acción que invitaba a localizar el centro que, tras cada sesión, se descubría múltiple.
El resultado final de la experiencia se presenta a modo de cuaderno de campo en el que se presentan las muestras de las cinco propuestas que se han desarrollado en cada una de las sesiones individuales y son las siguientes: En primer lugar, las fichas con las que se realizaron el cadáver exquisito utilizando las planchas que componen el Monumento a la Constitución de la Plaza de la Constitución de Málaga. En segundo lugar, los resultados derivados de representar la fuente de espaldas, omitiendo así el sentido de la vista. En tercer lugar, el registro, en fichas de papel verjurado con la técnica del frottage y enumeradas según orden de extracción, de las texturas y formas que se encuentran en la Plaza. En cuarto lugar, el trazado sobre papel de los recorridos que se efectúan en la Plaza invitando a pensar otra forma de observar el espacio y, por último, la performance “0” que trataba de hallar el centro de la Plaza utilizando el cuerpo, concluyendo en dicho punto la experiencia surgida a partir del co-laboratorio.
La organización de dicho cuaderno, de todas las muestras que lo componen, tuvo lugar durante la sesión colectiva final para la que, utilizando la Sala Arte Sonado del museo a modo de instalación artística, se invitó a los participantes a recoger dichas muestras configurando así un orden aleatorio en el orden del cuaderno de campo. Además, se reutilizaron las fichas del cadáver exquisito para configurar un poemario democrático que figura en las últimas páginas del cuaderno.
Por otra parte, la relación del co-laboratorio junto con la exposición “Max Ernst. Historia natural” derivó en un peculiar cierre de dicho laboratorio, en el que los participantes que acudieron a la sesión colectiva final establecieron un diálogo con la obra de Ernst, experimentando con el sonido y el cuerpo en la sala de exposiciones. Con este ejercicio, los apuntes del natural estaban compuestos por sonidos, palabras y ruidos propuestos por los participantes a los que previamente por azar se les asignaron diferentes obras presentes en la sala. La recreación del sonido que les sugería el título y su correspondiente frottage, permitió esta lúdica visita a la Historia Natural que nos propone Max Ernst. Dicha conexión ha sido una experiencia personal muy enriquecedora que ha amplificado la idea inicial de la que partía estos apuntes del natural que propuse.
Finalmente, la utilización del cuaderno de campo es esencial para entender este proyecto debido a que lo que se pone de manifiesto es la desnaturalización de dicho espacio y nuestra forma de habitarlo. Tal como sucedía en cada sesión que invitaba a cada participante a localizar el centro de la plaza, concluir aquí se hace imposible si no es a modo de invitación a la experiencia que brinda toda práctica artística.
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